A continuación os ofrecemos una breve justificación de cómo el uso del Kapla puede contribuir a la mejora de las competencias básicas como eje fundamental del currículum:
Competencia comunicativa y lingüística: el diálogo entre los niños es fundamental para poder llevar a cabo una tarea colectiva. Durante el juego, los alumnos se verán acostumbrados al contraste de opiniones, y se verán obligados a tomar decisiones a través del diálogo y la argumentación de las opiniones personales.
Competencia artística y cultural: el Kapla es por definición un juego que potencia la creatividad, la imaginación y en consecuencia la creación artística. Por otra parte, resulta de gran utilidad a la hora de plantear el paso a la imagen bidimensional a la tridimensional. El juego crece y se desarrolla al mismo tiempo que la persona que juega. Es un juego evolutivo que permite sobrepasar sus límites: objeto simple y primitivo los pequeños tablones de madera, elemento abstracto, se transforma en forma de juguete.
Tratamiento de la información y competencia digital: en el juego Kapla, el alumno recibe información y debe ser capaz de interpretarla de la manera más adecuada para conseguir su objetivo. Esta información puede presentarse en varios formatos, imágenes, vídeos, instrucciones orales. Sin embargo, las animaciones Kapla en centros educativos se centran en la información oral y el uso de imágenes bidimensionales que el alumno puede consultar.
Competencia matemática: ayuda a los niños a adquirir nociones fundamentales de geometría, física y tecnología, todo introduciéndolo en el mundo del arte, las formas y los volúmenes, ya que, como hemos dicho, se trata de un juego de construcción y, como tal, debe tener en cuenta ciertos cálculos y procesos de razonamiento de tipo matemático.
Además, existe una relación matemática de números impares entre las proporciones de la pieza: tres gruesos equivalen a una anchura, cinco anchos se corresponden con una longitud, a partir de ahí, pueden plantearse múltiples situaciones matemáticas relacionadas con las proporciones matemáticas.
Competencia para aprender a aprender: el Kapla, como juego de construcción, exige la planificación del proceso más adecuado a seguir la revisión constante del mismo y la valoración del resultado final. Destrezas que contribuyen al desarrollo de las habilidades para participar activamente en el propio proceso aprendizaje y ser capaz de tomar conciencia del mismo.
Competencia en autonomía e iniciativa personal: si bien el Kapla es un juego colectivo, es importante que el alumno adquiera la confianza suficiente en sí mismo y la autoestima necesaria para poder aportar al grupo sus propias ideas e iniciativas, de manera que a la vez que forma parte de una colectividad se desarrolla como individuo de manera autónoma.
Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico: dentro de este ámbito, el alumno es invitado a observar la realidad, a plantearse preguntas ya formular hipótesis sobre lo que ha observado. El uso del Kapla puede contribuir al desarrollo de este tipo de razonamiento, ya que el alumno puede observar lo que quiere construir en una imagen bidimensional y plantearse la mejor manera de llevarlo a cabo en tres dimensiones, a la vez, el alumno puede formular hipótesis sobre las diversas posibilidades de combinación de las "maderitas" para que la construcción sea estable.
Competencia social y ciudadana: a través de esta competencia el alumno debe conocer su realidad social y ciudadana, así como desarrollar las actitudes necesarias para integrarse plenamente en el tejido social en la edad adulta. Uno de los contextos sociales más importantes para el niño es el contexto escolar y es allí donde, a través de la convivencia diaria y de la participación en actividades de tipo colectivo y cooperativo como el Kapla, el alumno irá descubriendo cuál es la mejor manera de relacionarse con sus compañeros y las actitudes que facilitan una convivencia pacífica y armónica.